La Teoría Científica, también conocida como el enfoque de la administración científica, revolucionó la forma en que se gestionan las organizaciones al introducir métodos basados en la aplicación de la ciencia y la eficiencia en el trabajo. Taylor buscaba reemplazar la improvisación y la intuición con enfoques sistemáticos y científicos para aumentar la productividad y la eficiencia en las empresas. En esta entrada, examinaremos los principios clave de la Teoría Científica y su impacto en la gestión moderna de las organizaciones.
La Teoría Científica de la Administración
Frederick Taylor, reconocido como el padre de la administración científica, enfatizó la importancia de aplicar métodos científicos para mejorar la eficiencia en el trabajo. Según Taylor, "la administración científica tiene como objetivo reemplazar la improvisación por la ciencia, la superstición por el conocimiento y la arbitrariedad por la exactitud". (Taylor, 1911, p. 21). Taylor propuso la estandarización de métodos de trabajo, la simplificación de tareas y la utilización de incentivos salariales para motivar a los trabajadores. Según Taylor, la administración científica busca reemplazar los métodos tradicionales de trabajo con métodos basados en estudios sistemáticos y análisis científicos. Además, propone la idea de que la eficiencia en el trabajo se puede lograr a través de una estrecha colaboración entre los trabajadores y la gerencia.
Por otro lado, Henry Gantt, en su libro "Trabajo, salarios y ganancias" (1916), complementa las ideas de Taylor al presentar el gráfico de Gantt, una herramienta visual que muestra la relación entre el tiempo y las tareas. Gantt argumenta que este gráfico es una forma efectiva de programar y coordinar el trabajo, permitiendo una mayor eficiencia y productividad.
Finalmente, Frank y Lillian Gilbreth, en su obra "Applied Motion Study" (1917), enfatizan la importancia de estudiar los movimientos y las técnicas laborales para mejorar la eficiencia. Su enfoque se centra en la eliminación de movimientos innecesarios y la optimización de los procesos de trabajo, lo que contribuye a reducir el tiempo y el esfuerzo requeridos para realizar una tarea.
La Obra de Frederick Taylor
En su obra, Taylor argumenta que la administración científica tiene como objetivo reemplazar la improvisación y la intuición por la ciencia y el conocimiento. Propone que los gerentes y trabajadores colaboren para identificar los métodos óptimos de trabajo y establecer estándares de producción basados en el análisis científico. Taylor defiende la estandarización de tareas y la simplificación de procesos para eliminar los movimientos innecesarios y mejorar la eficiencia en el desempeño laboral.
Frederick Taylor |
En "Principios de la Administración Científica" (1911), Taylor defendió el enfoque de tiempos y movimientos para analizar y mejorar los procesos de trabajo. Según Micklethwait y Wooldridge (2003), Taylor argumentaba que "mediante el estudio científico del trabajo, los gerentes podían descubrir la mejor forma de realizar cada tarea, asignar la carga de trabajo de manera eficiente y establecer estándares de producción" (p. 68). Taylor abogaba por la colaboración entre trabajadores y gerentes para aplicar estos métodos científicos.
En su obra "Shop Management" (1903), Taylor presentó el concepto de "soldadoar" como un fenómeno en el que los trabajadores reducen su ritmo de trabajo para evitar el agotamiento. Según Drucker (2007), Taylor afirmaba que "la falta de conocimiento de los trabajadores sobre las mejores formas de trabajar los lleva a adoptar un ritmo más lento, lo que impide alcanzar altos niveles de productividad" (p. 112). Para superar este problema, Taylor proponía la aplicación de métodos científicos y el entrenamiento de los trabajadores para lograr una mayor eficiencia.
Métodos Científicos Propuestos
Estudio de tiempos y movimientos: Taylor abogaba por el análisis detallado de cada tarea y operación, descomponiéndolas en pasos más pequeños. A través del estudio de tiempos y movimientos, se buscaba identificar el método más eficiente y eliminar movimientos innecesarios o redundantes. El objetivo era establecer estándares de tiempo para la realización de cada tarea, lo que permitiría una planificación y asignación de trabajo más precisa.
Estándares de producción: Taylor proponía la fijación de estándares de producción basados en el análisis científico de los métodos de trabajo más eficientes. Estos estándares servirían como referencia para evaluar el rendimiento y medir la productividad de los trabajadores. Además, permitirían establecer metas alcanzables y motivadoras, así como identificar desviaciones o problemas en el desempeño laboral. Según Taylor (1911), estos estándares "deben basarse en la cantidad de trabajo que puede hacer un buen trabajador en una jornada de trabajo estándar" (p. 44).
Estandarización de tareas y métodos: Taylor defendía la estandarización de las tareas y los métodos de trabajo. Esto implicaba establecer procedimientos claros y uniformes para realizar cada tarea, de manera que todos los trabajadores pudieran seguirlos de manera consistente. La estandarización contribuiría a minimizar las variaciones en la ejecución del trabajo y facilitaría la capacitación de los empleados. "cada parte del trabajo de un obrero debe ser ejecutada de una manera prescrita y enérgica" (Taylor, 1911, p. 33).
Selección científica y capacitación de los trabajadores: Taylor proponía una selección rigurosa de los trabajadores, basada en criterios científicos que evaluaran sus habilidades y aptitudes para desempeñar una tarea específica. Además, defendía la capacitación sistemática de los trabajadores para asegurar que adquirieran las habilidades necesarias para realizar su trabajo de manera eficiente.
Críticas a la Propuesta de Taylor
Varios estudiosos han planteado críticas fundamentales a la Teoría Científica de la Administración de Taylor. Mintzberg (1975) argumenta que esta teoría reduce el trabajo a tareas repetitivas y monótonas, ignorando la importancia del enriquecimiento del trabajo y la motivación intrínseca de los empleados. Además, Pfeffer y Sutton (2006) cuestionan el énfasis excesivo de Taylor en la eficiencia y la productividad, señalando que se pasan por alto aspectos fundamentales como la creatividad, la innovación y la satisfacción laboral de los trabajadores.
Otra crítica importante proviene de Follett (1941), quien sostiene que la Teoría Científica de Taylor no considera adecuadamente el papel de la colaboración y la participación de los trabajadores en la toma de decisiones. Según Follett, el énfasis en la autoridad y el control centralizado limita el potencial de los empleados para aportar ideas y contribuir de manera significativa al proceso de gestión. Asimismo, Wren (2005) destaca que la visión reduccionista de Taylor, centrada en el desempeño individual y la fragmentación del trabajo, no se ajusta a la realidad compleja y social de las organizaciones modernas.
Ilustración resumen
Conclusiones
Taylor propuso una perspectiva revolucionaria en la administración, basada en la aplicación de métodos científicos para aumentar la eficiencia en el trabajo. Su enfoque de la administración científica buscaba reemplazar la improvisación y la intuición por la aplicación sistemática de métodos basados en la ciencia.
Se subraya la importancia de los métodos propuestos por Taylor, como el estudio de tiempos y movimientos, la estandarización de tareas y métodos, y la fijación de estándares de producción. Estos métodos buscaban mejorar la eficiencia y la productividad en las organizaciones, a través de la identificación de los métodos más eficientes, la eliminación de movimientos innecesarios y la minimización de las variaciones en el trabajo.
Referencias
- Drucker, P. F. (2007). The Essential Drucker: The Best of Sixty Years of Peter Drucker's Essential Writings on Management. HarperCollins.
- Follett, M. P. (1941). Dynamic Administration: The Collected Papers of Mary Parker Follett. Harper & Brothers.
- Gantt, H. L. (1916). Trabajo, salarios y ganancias.
- Gilbreth, F. B., & Gilbreth, L. M. (1917). Applied Motion Study.
- Micklethwait, J., & Wooldridge, A. (2003). The Company: A Short History of a Revolutionary Idea. Modern Library.
- Mintzberg, H. (1975). The Manager's Job: Folklore and Fact. Harvard Business Review.
- Pfeffer, J., & Sutton, R. I. (2006). Hard Facts, Dangerous Half-Truths, and Total Nonsense: Profiting from Evidence-Based Management. Harvard Business Press.
- Taylor, F. W. (1911). The Principles of Scientific Management. Harper & Brothers.
- Wren, D. A. (2005). The History of Management Thought. Wiley.
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