viernes, 30 de junio de 2017

Decisiones Financieras a Corto Plazo: Administración de Pasivos Corrientes

La Administración de Pasivos Corrientes es el conjunto de estrategias que se definen y se realizan, por parte de las organizaciones, para encontrar los mejores resultados en el manejo de los pasivos a corto plazo. En esta publicación se muestra el manejo de los pasivos espontáneos, es decir, las Cuentas por Pagar y las Fuentes de Préstamos a Corto Plazo, con y sin garantía.

La Administración de Pasivos Corrientes

La Administración de Pasivos Corrientes se refiere a la gestión estratégica de las obligaciones financieras a corto plazo de una empresa, como las cuentas por pagar, los préstamos a corto plazo y otras deudas a vencimiento. Varios autores han abordado este tema desde diferentes perspectivas.

En primer lugar, Weston y Brigham (2014) definen la Administración de Pasivos Corrientes como el proceso de administrar las fuentes de financiamiento a corto plazo para satisfacer las necesidades de efectivo de una empresa. Argumentan que una adecuada gestión de los pasivos corrientes es esencial para mantener la liquidez y la estabilidad financiera de la empresa, ya que permite financiar las operaciones diarias y cumplir con las obligaciones financieras en tiempo y forma.

Por otro lado, Gitman y Zutter (2014) plantean que la Administración de Pasivos Corrientes implica la toma de decisiones estratégicas relacionadas con el financiamiento a corto plazo. Señalan que el objetivo principal es minimizar los costos asociados con los pasivos corrientes, como los intereses y las comisiones, al tiempo que se maximiza la disponibilidad de efectivo para financiar las operaciones diarias. También destacan la importancia de una gestión eficiente de las cuentas por pagar y la negociación de plazos favorables con proveedores.

Asi las cosas, la Administración de Pasivos Corrientes es un componente clave de la gestión financiera de una empresa. La literatura resalta la importancia de mantener un equilibrio entre la liquidez y los costos asociados con los pasivos corrientes. Una gestión efectiva de estos pasivos permite a las empresas cumplir con sus obligaciones financieras y mantener un flujo de efectivo adecuado para respaldar las operaciones diarias.

Administración de Pasivos Corrientes

Administración de Cuentas por Pagar

La Administración de las Cuentas por Pagar es un aspecto clave de la gestión financiera de una empresa, y varios autores han abordado esta área desde diferentes perspectivas.

Según Brigham y Ehrhardt (2016), la Administración de las Cuentas por Pagar se refiere al proceso de gestionar eficientemente los pagos a proveedores y otras obligaciones financieras de corto plazo. Estos autores destacan que una administración efectiva de las cuentas por pagar implica establecer políticas y procedimientos que permitan negociar plazos de pago favorables y aprovechar los descuentos por pronto pago. Además, resaltan la importancia de mantener una buena relación con los proveedores para asegurar la disponibilidad de suministros y servicios clave.

Por otro lado, Gitman y Zutter (2014) definen la Administración de las Cuentas por Pagar como la gestión estratégica de las obligaciones financieras de corto plazo. Estos autores enfatizan que una adecuada administración de las cuentas por pagar puede mejorar la liquidez de la empresa al permitir un mejor flujo de efectivo y una utilización eficiente de los recursos financieros. Además, resaltan que una gestión efectiva de las cuentas por pagar implica la coordinación entre los departamentos de compras, contabilidad y tesorería.

La Administración de las Cuentas por Pagar es fundamental para el éxito financiero de una empresa. La literatura destaca la importancia de establecer políticas y procedimientos adecuados, negociar plazos favorables con proveedores y mantener una buena relación con ellos. Una gestión efectiva de las cuentas por pagar permite mejorar la liquidez, optimizar el flujo de efectivo y garantizar el suministro continuo de bienes y servicios.

La gestión efectiva de los pagos a proveedores y otras obligaciones financieras de corto plazo es crucial para la salud financiera de una empresa. Según Jones y Hill (2008), un enfoque clave para una gestión exitosa es establecer políticas claras de pago a proveedores, tales como términos y condiciones de pago, y seguirlas consistentemente. Esto ayuda a mantener relaciones sólidas con los proveedores y evita retrasos en los pagos. Además, Gitman y Zutter (2015) destacan la importancia de contar con sistemas eficientes de gestión de efectivo y tesorería para asegurar la disponibilidad de fondos suficientes y permitir una planificación precisa de los pagos.

Además de establecer políticas claras y sistemas de gestión adecuados, la negociación favorable de términos de crédito también es esencial. Según Weston y Brigham (2013), las empresas deben aprovechar al máximo los plazos de pago ofrecidos por los proveedores y negociar extensiones cuando sea posible. Esto les permite mantener un flujo de efectivo adecuado y maximizar la utilización de los recursos disponibles. Además, Brigham y Ehrhardt (2014) sugieren que las empresas deben realizar un análisis cuidadoso de las opciones de financiamiento a corto plazo, como líneas de crédito, para cubrir las obligaciones financieras de corto plazo de manera efectiva.

Fuentes de Préstamos a Corto Plazo sin Garantía

Las empresas a menudo necesitan obtener financiamiento a corto plazo sin garantía para cubrir sus necesidades de liquidez. Según Ross, Westerfield y Jordan (2013), una fuente común de préstamos a corto plazo sin garantía son las líneas de crédito no comprometidas. Estas líneas de crédito permiten a las empresas acceder a fondos hasta un límite predeterminado sin la necesidad de proporcionar garantías específicas. Otra fuente citada por Gitman y Zutter (2014) son las cuentas por cobrar descontadas. En este caso, las empresas pueden obtener préstamos utilizando sus cuentas por cobrar como garantía, lo que les permite acceder a fondos de forma rápida y sin tener que recurrir a garantías adicionales.

Además de las líneas de crédito no comprometidas y las cuentas por cobrar descontadas, existen otras fuentes de préstamos a corto plazo sin garantía. En el artículo de investigación de Sufi y Thakor (2007), se menciona el papel de las instituciones financieras no bancarias, como las compañías de factoraje y las empresas de financiamiento comercial, en la provisión de préstamos sin garantía a corto plazo. Estas instituciones se especializan en ofrecer financiamiento a empresas en base a su reputación crediticia y su historial de pagos. Además, las tarjetas de crédito corporativas también pueden ser una fuente de préstamos a corto plazo sin garantía, permitiendo a las empresas realizar compras y diferir los pagos hasta el próximo ciclo de facturación.

Fuentes de Préstamos a Corto Plazo con Garantía


Las fuentes de préstamos a corto plazo con garantía son una forma común de financiamiento para las empresas. Según Gitman y Zutter (2014), estos préstamos requieren que las empresas proporcionen algún tipo de garantía que respalde el préstamo. Una de las fuentes citadas por estos autores es el préstamo bancario respaldado por activos, en el cual las empresas ofrecen activos como garantía, como inventarios, cuentas por cobrar o incluso propiedades. Otra fuente mencionada por Ross, Westerfield y Jordan (2014) es el factoring, en el cual las empresas venden sus cuentas por cobrar a una empresa de factoraje a cambio de fondos inmediatos, y la empresa de factoraje se encarga de cobrar las cuentas.

Además del préstamo bancario respaldado por activos y el factoring, existen otras fuentes de préstamos a corto plazo con garantía. Según Brigham y Ehrhardt (2013), las líneas de crédito respaldadas por activos son una opción común. Estas líneas de crédito permiten a las empresas obtener financiamiento utilizando activos como garantía, y el monto del préstamo está limitado por el valor de los activos ofrecidos como garantía. Otra fuente citada por estos autores es el préstamo comercial respaldado por bienes raíces, en el cual las empresas utilizan propiedades comerciales como garantía para obtener financiamiento a corto plazo.

Los préstamos a corto plazo con garantías son una forma común de financiamiento para las empresas que necesitan capital de trabajo adicional. Según Gitman y Zutter (2014), estas formas de préstamo tienen características distintivas. En primer lugar, requieren que la empresa proporcione algún tipo de garantía, como activos o propiedades, que servirán como respaldo en caso de incumplimiento. Esta garantía brinda seguridad al prestamista y permite obtener tasas de interés más favorables.

Además, los préstamos a corto plazo con garantías suelen tener plazos de vencimiento más cortos en comparación con los préstamos a largo plazo. Según Ross, Westerfield y Jordan (2014), estos préstamos generalmente tienen un período de reembolso de uno a cinco años. El plazo más corto permite a las empresas obtener financiamiento rápido para necesidades inmediatas y reduce el riesgo tanto para el prestamista como para la empresa prestataria.

Otra característica común de los préstamos a corto plazo con garantías es que la cantidad del préstamo está limitada por el valor de la garantía ofrecida. Según Brigham y Ehrhardt (2013), los prestamistas evalúan el valor de los activos o propiedades proporcionados como garantía y establecen un límite máximo para el préstamo. Esto asegura que el préstamo esté respaldado por un valor tangible y reduce el riesgo para el prestamista.

Ejemplo de Administración de Pasivos Corrientes

Por ejemplo, una empresa puede negociar con sus proveedores para extender los plazos de pago de 30 días a 60 días. Esto le permite disponer de efectivo por un período más largo antes de tener que pagar sus obligaciones, lo que mejora su liquidez y capacidad para financiar otras actividades operativas.

Otra estrategia es utilizar líneas de crédito rotativas como fuentes de financiamiento a corto plazo. Estas líneas de crédito permiten a las empresas obtener capital de trabajo adicional cuando sea necesario y utilizarlo para financiar sus operaciones diarias. Por ejemplo, una empresa puede tener una línea de crédito de $100,000 y utilizarla para cubrir sus necesidades de efectivo durante los períodos de baja temporada o cuando enfrenta una demanda inesperada de bienes o servicios.

Además, las empresas también pueden implementar estrategias de administración de inventarios eficientes para minimizar los pasivos corrientes a corto plazo. Mantener niveles óptimos de inventario ayuda a reducir los costos asociados con el almacenamiento y la obsolescencia, lo que a su vez mejora la eficiencia y la rentabilidad. Al mantener un control estricto sobre los niveles de inventario, las empresas pueden reducir la necesidad de financiamiento a corto plazo y, por lo tanto, los pasivos corrientes.

Conclusiones

La gestión efectiva de los pagos a proveedores y otras obligaciones financieras de corto plazo requiere establecer políticas claras, contar con sistemas de gestión adecuados y negociar términos de crédito favorables. Los autores citados subrayan la importancia de seguir consistentemente las políticas de pago, contar con sistemas eficientes de gestión de efectivo y tesorería, y aprovechar los plazos de pago ofrecidos por los proveedores. Esta gestión efectiva permite a las empresas mantener relaciones sólidas con los proveedores, asegurar un flujo de efectivo adecuado y maximizar la utilización de los recursos disponibles.

Las fuentes de préstamos a corto plazo sin garantía incluyen las líneas de crédito no comprometidas, las cuentas por cobrar descontadas, las instituciones financieras no bancarias y las tarjetas de crédito corporativas. Estas fuentes permiten a las empresas obtener financiamiento a corto plazo sin la necesidad de proporcionar garantías específicas. Es importante que las empresas evalúen cuidadosamente las opciones disponibles y consideren sus necesidades de liquidez y su capacidad de pago antes de elegir la fuente de préstamo más adecuada.

Las fuentes de préstamos a corto plazo con garantía incluyen el préstamo bancario respaldado por activos, el factoring, las líneas de crédito respaldadas por activos y el préstamo comercial respaldado por bienes raíces. Estas fuentes requieren que las empresas proporcionen algún tipo de garantía, como activos o propiedades, para respaldar el préstamo. Es importante que las empresas evalúen cuidadosamente las condiciones de préstamo, los costos asociados y su capacidad de cumplir con los términos antes de optar por una fuente de financiamiento a corto plazo con garantía.

La administración de pasivos corrientes a corto plazo implica diversas estrategias para gestionar eficientemente las obligaciones financieras de una empresa. La negociación de plazos de pago favorables con proveedores, el uso de líneas de crédito rotativas y la implementación de prácticas de administración de inventarios eficientes son ejemplos concretos de cómo las empresas pueden administrar estos pasivos para mejorar su liquidez, financiamiento y rentabilidad.

Referencias

  • Brigham, E. F., & Ehrhardt, M. C. (2013). Financial Management: Theory and Practice (14th ed.). South-Western Cengage Learning.
  • Gitman, L. J., & Zutter, C. J. (2014). Principles of Managerial Finance (12th ed.). Pearson.
  • Ross, S. A., Westerfield, R. W., & Jordan, B. D. (2013). Fundamentals of Corporate Finance (10th ed.). McGraw-Hill/Irwin.
  • Sufi, A., & Thakor, A. V. (2007). Financial Contracting and the Choice between Bank Loans and Publicly Traded Debt. The Review of Financial Studies, 20(2), 389-428.
  • Weston, J. F., & Brigham, E. F. (2014). Essentials of Managerial Finance (14th ed.). Cengage Learning.

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